Cuento fragil

Habia una vez un hombre que vivia comodamente en su casa, no le sobraba ni le faltaba , siempre llegaba a cumplir su cuota de placeres y obligaciones economicas, encontro una mujer que lo hacia feliz y lo llenaba de vida pero un dia ese hombre se miró en un espejo y penso:
-" Dinero, salud y amor.. tres cosas necesarias para que mi vida funcione y llegue a estar en equilibrio" -
Pero en su cara habia un dejo de tristeza, una mueca poco disimulable que hacia que el hombre se sienta incompleto y lleno de angustia... tal vez hasta nos atreveriamos a decir que frustrado.
Penso que ese dia habia tenido un mal pensamiento o que realmente no tenia uno de sus mejores dias.
Pero al dia siguiente ocurrio lo mismo, se encontro frente a frente con su reflejo y trato de pensar que era lo que le preocupada. Decidio emprender un viaje lejos, a una montaña donde solamente el puediera estar y reacomodar sus pensamientos.
Se instalo en una cabaña, lo mas alejada posible del tumulto y movimiento de gente, prendio el fuego de la chimenea y se sento en un comodo sillon antiguo observando la leña fundirse con las llamas.
Hizo un racconto de su vida, memorizando todos esos momentos felices y tb aquellos que lo hacian sentir vulnerable y no encontro un motivo lo suficientemente alentador para darle la responsabilidad a su inestabilidad.
De repente, como una bocada de aire se dio cuenta que lo que realmente le estaba faltando, era nada mas y nada menos que su propia satisfaccion personal, las ganas de emprender cosas nuevas, el sentimiento de esforzarse para lograr nuevas metas, recordo que hacia tiempo su trabajo no lo hacia sentir pleno, sino que era una simple y aburrida rutina... Se dio cuenta en ese instante que habia olvidado de disfrutar las cosas que tiene y por sobre todo, olvido sus metas y aquellos sueños que tanto lo impulsaban a seguir...
Por mas triste que suene, la satisfaccion de los logros personales hacen que uno camine y necesite seguir en ruta.