miércoles, 11 de marzo de 2009

Cuatro visiones en la lluvia


Nuevo día... nueva entrada.
En el 2007 fui al oculista a decirle a mi querido oftalmólogo que quería/necesitaba unos anteojos para descansar la vista por mi terrible adiccion a esta caja de zapatos, por el amor a la lectura y porque realmente mi cabeza no soporta mas esos dolores terribles ocasionados por mis hermosos ojos marrones tierra(?), mi querido médico me dijo q no necesitaba usarlos, q todavia andaba joya... fueron pasando los dias... los años, y hoy 11 de marzo volví a ir para otra consulta porque ya se torna bastante intoreble no poder ver con claridad je!
En conclusion, necesito anteojos... fuimos a la óptica a comprarmelos. Asi q a partir de ahora calculo q me veré más intelectual o mas ñoña, no se, ustedes dirán ja!




Era un día de esos donde el cielo utiliza sus guardianes grises para tapar el sol, donde la lluvia moja los parpados con su frio y penetrante olor. Caminando tropecé con una idea, esas que te dejan inmóvil en una fracción de segundos.
Una inquietante sensación de vacío inundó mi cara, disputa contaste entre mi cabeza y mis sentimientos, intento mantenerte lejos para no volver a repasar cada foto en la memoria. No se si está mal analizar mi vaivén y soltura alrededor de tu vida, creo que lo hago sin pensar, sin buscarlo. Sos un digno rival para mi fragilidad.
Me dije a mi misma que era tiempo de un cambio, ¿Tiempo? Pensé, no estoy segura que quiera desterrarte de la corona pero tampoco quiero darte la mano sabiendo que la tuya va a soltarme. Se tus intensiones, conozco las mias, y lo peor de todo, es que la resolución del dilema, ya tiene respueta obvia.
Vos allá con tu vida, yo siguiendo con la mia, y entonces decime por que sigo apostando hasta la ultima ilusión en vos?
Camino y la lluvia se torna cada vez mas vigorosa, como si fuera un llamado de atención de la conciencia, tratando de suavizar y mojar los conceptos, deshaciendolos como un papel en agua dejándolos libres seguir su curso hasta el fin del reinado.
Prendo un cigarrillo para que mi cuerpo participe y distienda la mente por un momento. Mis ojos se centran en el firmamento buscando un claro, tal vez intentando examinarlo con tanto afan, como si el me representase.
Hoy no hay sol disponible para esta respuesta ni para este día nefasto.
Vuelvo mis pasos retomando el hoy, tal vez no sea el mejor día para escudriñar mi espada y darte batalla, la guardia entro en receso, al igual que tu presencia en mi vida.

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