martes, 10 de marzo de 2009

Relato


Curiosamente el dia que escribi esto, fue en una clase de mi antiguo Colegio ( q dicho sea de paso q linda epoca) aburrida empece a escribir este relato, lo mas ironico q mi estado de animo era el mejor... no se..capaz que me quise hacer la Edagar Allan Poe... quien sabe


Hoy es mi último día en este planeta, en este mundo, en esta sociedad. No voy a dar razones ni explicaciones sobre la toma de tan determinante decisión, solo voy a remitirme a comentar un par de detalles sobre lo que ha sido el transcurso de mi vida.
No conocí el amor, estuve cerca pero no fue suficiente. Llegue a sentir ese vació especial en mi estomago, ese nerviosismo histérico frecuente por la llegada de alguien, el aumento de respiración junto a un sudor insaciable que desprendía mi cuerpo pero nunca tuve la necesidad implacable de depender de otro física o emocionalmente ni tampoco encontrar a quien otorgarle mis virtudes y mis miserias. Será por eso que hoy no me cuesta tomarme unos segundos para reflexionar sin necesidad de recurrir al llanto. Soy mas bien una persona fría y reacia a la hora de la sensibilidad.
En el tiempo que viví, pude llegar a una conocer una ínfima parte al ser humano. Esa peculiar criatura llena de sorpresas. Sentía regocijo cuando observaba al hombre en su accionar frente a las distintas vivencias q iban transcurriendo a lo largo de su estadía terrenal. Es un poco sádico de mi parte, porque disfruto mas ver el sufrimiento que los sentimientos de alearía. No es que no me compadezca ante el dolor sino que me seduce más la idea de estudiar los distintos estratos que pasa un ser humano hasta decantar en lágrimas. Esto se debe a que en la felicidad todo es mas simple, transcurre mucho mas rápido e incluso se desvanece con la misma velocidad de un abrir y cerrar de ojos. También es irónico como las alegrías, esas que nos llenan de emoción y nos hacen gesticular sonrisas, se vayan depositando en una caja que se va llenando de polvo para luego quedar en el olvido. Algo distinto ocurre con la tristeza, nos aferramos a ella hasta que venga otro penar u otro dolor más grande olvidando el que nos mortificaba anteriormente, pero siempre esta presente.
Debo reconocer que los momentos felices de mi vida fueron lacónicos, escasos y siempre estuve acompañado por esa dama... tan sutil y tan cruel al mismo tiempo... llamada muerte.
Me resulta extraño que uno diga que esta solo cuando siempre nos acompaña esta dama, ese destino. Si lo pensáramos de otra forma es la companía perfecta, porque no habla, no llora, no ríe, solo se conforma con permanecer en segundo plano y sentarse a esperar su momento. Al no transmitir nada, no nos moviliza sentimientos, entonces uno evitaría sufrir como también evitaría reír, por eso tiene su precio.
Bueno, creo q ha llegado mi hora Mis extremidades comenzaron a ponerse rígidas y una fría sensación recorrer mi cuerpo. Puedo sentir su tan certero y escalofriante abrazo. No pude terminar de conocer al hombre ni tampoco pude conocer el amor pero puedo decir que nunca estuve solo.
Aunque nadie se acuerde de mi luego de mi partida, aunque mi cuerpo se reduzca a cenizas, aunque nunca nadie hasta sentido algo por este ser, ella siempre estuvo en mi vida, la marco para siempre.
CHAU DULCE Y FIEL SOLEDAD, GRACIAS POR TANTOS AÑOS GRISES
Hoy me hundo en las profundidades de este sueño, del que no voy a levantarme jamás pero se que vos vas a estar tomándome de la mano y conviviendo conmigo por el resto de la eternidad.

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